lunes, 3 de diciembre de 2012

Januca: lecciones fundamentales


Durante la época de Alejandro Magno, la época helenística de Grecia, el imperio estaba en su máximo potencial, siendo amos del Mar Mediterráneo y más; pero cuando muere y distintos emperadores intentan eliminar nuestro judaísmo, extrañamente ¡comienzan a decaer! ¿Cómo puede ser esto? ¿Qué explicación lógica tiene? Ninguna. Todo fue para demostrar que a nosotros, los Iehudim, nadie nos destruirá. Hashem cuando estamos en aprietos, destruye a nuestros enemigos de cualquier manera. Él creó la naturaleza, así que también la puede cambiar, haciendo que unos pocos judíos, los Jashmonaim, pudieran vencer al vasto ejército.
También podemos comparar esta festividad con Purim. ¿Cuál de las dos es más alegre? Seguramente todos responderemos que Purim, pero ¿por qué? En la época de Purim, el pueblo de Israel estaba en un nivel muy bajo de espiritualidad, pero finalmente todos, no sólo unos pocos como en Januca que fueron, entre otros los Macabim. ELLOS se esforzaron por cambiar. En cambio, en Januca, Hashem hizo todos los milagros, venció a nuestros muchos enemigos, hizo que el aceite durara ocho días…
Podemos acordarnos de estos últimos conceptos, viendo el sebibón, perinola (jugamos con él en Januca), y la matraca (utilizada en Purim). El sebibón lo tomamos por arriba (Hashem, por arriba nos manda todo de arriba, Sus milagros) pero la matraca la hacemos sonar de abajo (nosotros hacemos el esfuerzo, pero obviamente Hashem nos ayuda, creando el sonido).
En fin, Hashem siempre nos va a dar todo lo que necesitamos, pero para hacerlo más feliz, tenemos que poner nuestra parte.
Aparentemente, la victoria militar de los judíos sobre el imperio griego, fue un milagro mucho más grande que el aceite que duró durante ocho días. Pero la luz de Januca simboliza la real victoria: la supervivencia de la luz espiritual (la Torá) del Iahadut a pesar de la interesante e innovadora cultura griega.
Otro punto que podemos resaltar es ¿por qué merecimos los milagros de Januca? Hay un Pasuk que dice: “abrí un agujero del tamaño de la punta de una aguja, y Yo (Hashem) te abriré puertas de salones de palacios”.  Los Jashmonaim tuvieron emuná (fe) en que Hashem los ayudaría en sacar a los griegos y sus malvados decretos; pero no solo con palabras, sino también con la acción.
La dinastía Jashmonaí terminó con la disputa entre dos hermanos (Aristóbulo e Hircano). De aquí podemos aprender que si entre nosotros hay problemas, cualquiera nos puede destruir

No hay comentarios.:

Publicar un comentario