Hashem ordena que los leviim sean
purificados del siguiente modo:
א.
Se les tiraba una mezcla de
agua con cenizas de una vaca roja (pará adumá). Después se metían a una mikve
ב.
Eran afeitados totalmente,
no les quedaba un pelo en el cuerpo
ג.
Hacían dos korbanot, uno
Jatat (para expiar muchas averot) y uno Olá (para expiar otras averot)
ד.
Los primogénitos de Israel
apoyaban sus manos sobre la cabeza de los leviim
ה.
Aharon y Moshé los alzaban
a cada uno (un gran trabajo). Era en señal que se lo “regalaban” a Hashem
Ya se acercaba Pesaj, y un grupo
de personas entra a la carpa de Moshe diciendo que estaban impuros, por cargar
el cuerpo de Iosef y que estando así no podían hacer el Korbán Pesaj. Moshé
pregunto a Hashem y le respondió que el 14 de Iyar (un mes después), seria
Pesaj Shení (segundo Pesaj). Ese día podrían hacer el korbán (ahora comemos
matza), pero podrán tener jametz y no será iom tov.
Hashem ordena a Moshe que haga dos
trompetas de plata que serán tocadas para avisar cosas. Cuando llamaba a los
presidentes de cada tribu, usaba sólo una y sonaba un sonido largo, tekiá
(tuuuuuuuuuuuuu); cuando llamaba a todo el pueblo usaba las dos trompetas y
hacia un sonido largo, tekiá (tuuuuuuuuuuuuu); y cuando tenían que seguir
camino, usando las dos trompetas, hacia un sonido largo, uno largo entrecortado,
teruá (tututututututututu) y otro largo.
Los Iehudim retomaron marcha, y
caminaron rápido por 3 días seguidos. Los erev rav (egipcios conversos), se
empezaron a quejar y un fuego los mato a todos. Los Iehudim al ver esto se
aterraron y pidieron a Moshe que rezara a Hashem. ¿Por qué no pidieron
directamente a Hashem ellos mismos? Se los voy a explicar con un cuento: Un
chico se pelea con su padre. Cuando se da cuenta de su error, no le pide en
general perdón directo a él; le pide a un amigo muy cercano que le insinúe que
perdone lo perdone (al hijo). Lo mismo para con nosotros, Hashem es nuestro
padre y nos pasa lo mismo que esta parábola.
Los erev rav no aprendieron y se
quejaron que querían carne y pescado. Después sigue diciendo que quieren
pepino, melón, puerro, ajo y cebolla. ¿Acaso el man, no tenía gusto a cualquier
cosa? Sí, a todo me nos a esas comidas ya que no son buenas para las
embarazadas o las que dan leche.
Hashem les da a los reshaim lo
que pidieron, carne, pero hubieran preferido
que no se la den por lo que les pasó: los reshaim, no tan graves, morían
en el segundo que la comían, pero los más reshaim, morían durante el mes que la
comieron, sufriendo mucho.
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