La perashá de la semana, jaguim y halajot en Refuah Shelemá de los jolim de Am Israel.
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martes, 25 de febrero de 2014
lunes, 24 de febrero de 2014
Refuah Shelema
R"SH ALICIA LITVIN (COCA) BAT CATALINA , ESTA MUY DECAIDA, PROBLEMAS DE INTESTINO,RIÑÓN, RESPIRATORIOS,
DIABETES B (CONTROLABLE), HIPERTENSIÓN Y AHORA SE AGREGA DOLORES DE HUESOS, SOBRE TODO PIERNAS, LE CUESTA EMPEZAR EL DIA. TODO ESTA SIENDO TRATABLE, PERO QUIERE UNA AYUDA ESPIRITUAL.
Perashat Pekude
Moshé les dice, con la presencia de dos testigos (Betzalel y
Oholiav) cuánta cantidad de cada material (oro, plata, lana…) habían donado y
para qué había sido utilizado así nadie sospecharía que había tomado algo para
sí.
Ahora lo único que faltaba terminar de coser eran las prendas
de los Cohanim, las cuales fueron hechas a la perfección por Betzalel, Oholiav
y sus ayudantes. Los hilos estaban hechos con hebras de distintos colores y de
oro.
Las tareas relacionadas con el Mishkán fueron terminadas el
25 de Kislev, pero Hashem ordenó que comiencen a armarlo tres meses después, en
Rosh Jodesh Nisan. Igualmente, Hashem hizo una festividad el 25 de Kislev, pero
recién muchos años después, en el segundo Beit HaMikdash: Januká (literalmente,
inauguración).
Cuando llegó el momento indicado para comenzar el armado,
cada vez que un hombre colocaba una viga, esta se caía. Sólo cuando Moshé lo
hizo se quedaron en su lugar. Realmente, las piezas se ponían solas, un gran
milagro de Hashem. Moshé sólo hizo esta parte de construcción del Mishkán, no
le fue permitido nada más.
La palabra Mishkán viene de lishkón, descansar, ya que era el
lugar de reposo de la presencia divina. Al principio de la perashá, es llamado
Mishkán HaEdut, del testimonio debido a que afirmaba que Hashem había perdonado
a los Bnei Israel por el pecado del becerro y posaba sobre ellos. Hashem nos
promete que si estudiamos sobre el Mishkán y el Beit HaMikdash recibiremos la
recompensa de cómo si lo estuviéramos haciendo nosotros mismos.
jueves, 13 de febrero de 2014
Perasha Ki Tisa
Hashem ordena a Moshé que cuente a los Iehudim, pero no como
se hace normalmente (señalando a cada persona), así no es lo correcto ya que
cada vez que lo cuentas, el Satán, el “acusador”, le dice a Hashem todos sus
pecados y esto no queremos; según una opinión.
Para hacerlo, cada hombre de más de 20 años, le debía dar una moneda de
plata de medio shekel de plata (una medida o peso de aquella época). Estas las
contarían, y luego serian donadas al Mishkán. Esto se siguió haciendo también
en la época del Beit HaMikdash cada año para juntar fondos. De aquí sale la costumbre
de dar majatzit hashekel (entregar medio shekel de plata para la sinagoga) en
Purim.
Siguiendo con los objetos del Mishkán, podemos hablar del
Kior, el lavabo: Tenía picos (canillas) de donde salía agua y con ella los Cohanim
se lavaban los pies y las manos para purificar las únicas partes no
santificadas por el uso de las ropas de los Cohanim antes de hacer los
sacrificios (como ya vimos en las Perashot pasadas, estaban descalzos y sin
guantes).
Hashem le dijo a Moshé que preparara el shemen hamishja, un
aceite especial con hierbas para ungir a las partes del Mishkán, a los Cohanim
así se volverían santos y en un futuro a los reyes de Israel (como Shaul, David
y Shelomó).
También faltaba hacer el incienso (Ketoret), una mezcla de 11
especias que se usaban para hacer un sacrificio (Korbán) en el altar respectivo.
Desprendía de él un perfume nunca antes olido. Actualmente, todos los días en
la Tefilá decimos “el Ketoret”, que sería en reemplazo (amén que podamos olerlo
en el Beit HaMikdash en nuestros días) del que hacían los Cohanim, el cual
incluye la parte de la Torá en que se explica cómo hacerlo y comentarios de Rabanim,
Tanaim, etc. Dicen los jajamim que deberíamos considerar cada una de sus
palabras como diamantes por el amor que le tiene Hashem a esta Mitzvá.
Hasta ahora, Hashem sólo le dijo a Moshé lo que tenía que
hacer, pero no se hizo, por lo que le habla de una persona, llamada Betzalel,
un muchacho de tan solo 13 años de la tribu de Iehudá, quien podría hacer los
trabajos de construcción del Mishkán, porque Él le había dado la inteligencia
para realizar cualquier labor necesaria a la perfección y Ruaj HaKodesh para
entender su significado. Para ayudarlo, Hashem eligió a Aholiav, de la tribu de
Dan. Además, podrían pedir ayuda a cualquier persona.
También Hashem advierte que deberán guardar el Shabat: todo
lo que hagan para la construcción del Mishkán, no lo podrán hacer en Shabat.
Esto lo seguimos haciendo hasta el día de hoy (por ej., para hacer las cortinas
tejían, así que nosotros no lo podemos hacer…).
En estos momentos estaba Moshé en el cielo, recibiendo las
lujot (tablas de la ley).
En el campamento Iehudí, habían contado mal los cuarenta días
que Moshé estuvo en el cielo, y pensaron que se había muerto (esto el Satán, el
ángel acusador, lo fomentó mostrándoles una ilusión de Moshé sin vida, según un
Midrash) y empezaron a tener ideas erróneas por lo que querían hacer una imagen
para reemplazar a Moshé, jas veshalom, algo totalmente prohibido, y hasta
algunos la querían idolatrar. Los egipcios superficialmente se habían
convertido en Iehudim, pero en su corazón seguían queriendo hacer idolatría,
hasta algunos eran magos. Ya hecha la imagen los brujos hicieron que pueda
moverse y tenga forma de becerro. Según otra explicación, un chico llamado Mijá
arrojó una plaquita de oro con el nombre de Hashem que había escrito Moshé para
suba el ataúd de Iosef del agua.
¿Quién era Mijá? Los egipcios, cuando los Iehudim no llegaban
a cumplir con la cantidad de ladrillos que había que hacer, la completaban con
bebés vivos. Moshé le pidió a Hashem rescatar a uno, ¿por qué inocentes
criaturas sufrirían así? Y Hashem aceptó pero le advirtió que todo tiene un
propósito, incluyendo los castigos a estos bebés aparentemente inocentes…Este
bebé luego fue Mijá y más adelante provocó que muchos Iehudim, incluyendo al
nieto de Moshe, hagan idolatría.
Hashem le conto a Moshé lo que pasaba y dijo que los iba a
destruir a todos y que de él nacería un pueblo nuevo, pero Moshé hizo mucha tefilá
para que no pase, que prefería morir él o ser borrado del Libro (la Torá) y,
efectivamente, nos salvó. En la perashá pasada, no aparece ni una vez el nombre
de Moshé y es por esta razón.
Al bajar a la tierra, Moshé los vio con sus propios ojos y
tiró las lujot, los Iehudim al verlo se sintieron muy avergonzados y se dieron
cuenta de lo que habían hecho.
Todos los que pecaron y fueron vistos por dos testigos
válidos los cuales les advirtieron de no hacerlo, fueron ejecutados por los
leviim bajo la espada. Los demás, tomaron un agua que contenía polvo del
becerro de oro triturado. Los que habían pecado, se murieron. En total fueron
3.000.
El día siguiente, 17 de Tamuz, volvió a subir a pedir a
Hashem que los perdone, así estuvo 40 días. Al terminar, dijo que cada castigo
que tengan en el futuro, sería por este pecado. Hasta hoy seguimos completando el
castigo.
Hashem le dice a Moshé que él (Moshé) tendrá que tallar las
segundas lujot. El 10 de Tishré, Iom Kipur, Moshé les dice a los Bené Israel
que fueron perdonados. Desde aquel, día el rostro de Moshé brillaba, pero él no
se dio cuenta. Aharón y los jajamim temían acercársele, cuando lo notó, se puso
un velo/máscara, la cual se sacaba cuando hablaba con Hashem.
viernes, 7 de febrero de 2014
Perashat Tetzave
Esta Perashá sigue con el tema del
Mishkán…
Moshé pidió al pueblo que traigan aceite apto para la Menorá
el cual debía ser de las primeras gotas de la aceituna, ya que es el más puro.
El único que cumplía las condiciones era el que trajeron los príncipes de las
tribus. Sólo un Cohén puede encender, limpiar o preparar la Menorá.
Hashem ordenó que hicieran las prendas de los Cohanim: cada
uno tenía 4 y el Cohén Gadol 8.
Hashem designó a Aarón como Cohén Gadol. Algunas de las
reglas del las prendas de los Cohanim:
·
Sólo el Cohén puede usarlas (no un Leví ni un Israel).
·
Sólo son usadas en el Mishkán o Beit HaMikdash
·
No se puede dormir con ellas puestas
·
Debe usar específicamente las prendas dichas, si no
son así, es lo mismo que nada.
Los Cohanim y el Cohén Gadol usaban prendas distintas, no
solo en número, sino que también en tipo.
Prendas de un Cohén común:
1.
Camisa larga (Ketonet): Estaba hecha de lino y llegaba hasta
los pies.
2.
Pantalón (Mijnasaim): Era cortos y hechos de lino.
3.
Sombrero (Migbaat): Alrededor de su cabeza se colocaba
una cinta de lino, la que daba muchas vueltas hasta terminar en punta.
4.
Cinturón (Avnet): Era muy largo, media 19 m. aprox.
Daba varias vueltas a la cintura del Cohén y era de color.
Prendas del Cohén Gadol:
1.
Camisa larga (Ketonet): Estaba hecha de lino y llegaba hasta
los pies.
2.
Pantalón (Mijnasaim): Era cortos y hechos de lino.
3.
Sombrero (Mitznefet) (diferente al del Cohén común): Alrededor de su
cabeza se colocaba una cinta de lino, la que daba muchas vueltas, pero
terminaba chato.
4.
Cinturón (Avnet): Era muy largo, media 19 m. aprox.
Daba varias vueltas a la cintura del Cohén y era de color.
5.
Delantal (Efod): Estaba atado de adelante y puesto por
atrás. Era tejido en muchos colores. Se agarraba de dos breteles que pasaban
por los hombros, sobre los cuales, en cada uno de ellos, habían una piedra
preciosa con seis shevatim (tribus) escritas.
6.
“Joshen”, placa que cubría el pecho: Estaba sujeto a dos cadenas de oro
que colgaban de los breteles del delantal.
Era cuadrado y tejido por dos telas, entre las cuales se formaba un
bolsillo, que contenía un pergamino con el nombre de Hashem. Sobre el (el Joshen),
habían 12 piedras preciosas, donde estaban escritos los shevatim
7.
Campera (Meil): Era de tela azul y en su borde habían
colgadas campanitas, cada dos, habían una granada tejida.
8.
Faja para cubrir la cabeza (Tzitz): Antes acostumbraban a usar el Tefilín
todo el día, el Cohén Gadol, aparte de ello, usaba una faja de oro que tenía
grabado “Kodesh laHashem”, santo para Hashem.
Si se dan cuenta, ninguno usa zapatos por la santidad del Mishkán.
Los Cohanim nunca habían ejercido como tales, así que se
debieron preparar por siete días realizando las siguientes cosas:
·
Salpicaban la sangre de los Korbanot sobre las paredes
del Mizbeaj
·
Limpiaban la Menorá y le cambiaban el aceite
·
Se sumergían en una Mikve (aguas puras para purificarse)
·
Moshé hacia 3 korbanot al día, así aprendían bien como
se hacía
·
Moshé los ungió con el aceite especial para ello
·
Se ponían las ropas
En Perashat Terumá, no se habló del Mizbeaj del incienso,
ubicado en el Kodesh. En esta perashá es explicado: Estaba hecho de madera,
cubierta de oro. Se usaba por la mañana y por la tarde. Allí se quemaba
incienso, que desprendía una fragancia muy rica. Para que entendamos esta
fragancia, les voy a dar un ejemplo: cuando alguien pasa por una panadería, al
oler el pan y las facturas recién horneadas, siente una gran tentación de
comprarlo. Así era el Ketoret: al olerlo, se le despertaba a uno el deseo de
volver en Teshuvá.
En el Mishkán (y luego en el Beit HaMikdash) había varios
milagros diarios y a la vista. Estos son algunos (algunos solo estaban en el
Beit HaMikdash I):
·
El Arón (donde se guardaban las lujot) con sus
varillas debería ocupar todo el Kodesh HaKodashim sin dejar espacio para que el
Cohén Gadol entrara en Iom Kipur, pero no era así, podía circular fácilmente.
·
Todas las semanas se cambiaba el pan del Shulján (¡una
semana sin cubrir!) y cuando lo sacaban, seguía igual que como recién hecho,
hasta tibio.
·
La luminaria central de la Menorá no se apagaba, sólo
lo hacía cuando el Cohén la extinguía para limpiarla.
·
Un fuego caía del cielo para hacer los Korbanot.
·
A pesar del fuego en el Mizbeaj del incienso, la
madera no se arruinaba.
·
Nunca se vio una mosca o hubo olor desagradable, a
pesar de la cantidad de carne faenada.
·
Todo el humo de los Korbanot se juntaba en forma de
columna.
·
Había un fuego permanente en el Mizbeaj, que no se
apagaba siquiera por la lluvia o viento.
miércoles, 5 de febrero de 2014
Dadores de sangre para el Sr. Luis Neuah
Por favor,
Precisamos 4 dadores, cualquier grupo y factor, para
hacerle una trasfusión al sr Luis Neuah, ex presidente de nuestra comunidad
(Ahabat Ajim) y permanente colaborador, y luego de esta continuar con otro
tratamiento.
Hay que presentarse en Centro regional Fumesa, Av cordoba
6429, Cap fed, entre Olleros y Maure
Lunes a viernes de 8:30 a 12
Ir con DNI
Se puede tomar antes te/café con o sin azúcar y comer
galletitas no lácteas
Decir que es para Sanatorio providencia a nombre de Luis Neuah
Por favor confirmar si van a ir a melu.h@hotmail.com o
danadeportes@speedy.com.ar
No es para reponer. Sin los dadores no arrancan el
tratamiento
Por
favor reenviar a sus conocidos y publicar donde crean conveniente
Tizku lamitzvot
Alejandro Herszman
danadeportes@speedy.com.ar
danadeportes@gmail.com
tel /fax 011 4357 0099
tel 4249 4200
danadeportes@speedy.com.ar
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