sábado, 31 de mayo de 2014

Perashat Beaaloteja

Hashem ordena que los leviim sean purificados del siguiente modo:
א׳‏. Se les tiraba una mezcla de agua con cenizas de una vaca roja (pará adumá). Después se metían a una Mikve (fuente de agua natural (mar, río…) o pileta con agua de lluvia)
ב׳‏.  Eran afeitados totalmente, no les quedaba ni un pelo en el cuerpo
ג׳‏.  Hacían dos korbanot, uno Jatat (para expiar averot) y uno Olá (para expiar otras averot)
ד׳‏.  Los primogénitos de Israel, los cuales originalmente iban a hacer el trabajo de los leviim,  apoyaban sus manos sobre la cabeza de los leviim
ה׳‏. Aharón y Moshé los alzaban a cada uno (un gran trabajo). Era en señal que se lo “regalaban” a Hashem
Ya se acercaba Pesaj, y un grupo de personas entra a la carpa de Moshé diciendo que estaban impuros por cargar el cuerpo de Iosef y que estando así no podían hacer el Korbán Pesaj. Moshé preguntó a Hashem y le respondió que el 14 de Iyar (un mes después), seria Pesaj Shení (segundo Pesaj). Ese día podrían hacer el Korbán (ahora comemos matzá), pero podrán tener jametz y no será Iom Tov.
Hashem ordena a Moshé que haga dos trompetas de plata que serán tocadas para avisar cosas. Cuando llamaba a los presidentes de cada tribu, usaba sólo una y sonaba un sonido largo, tekiá (tuuuuuuuuuuuuu); cuando llamaba a todo el pueblo usaba las dos trompetas y hacia un sonido largo, tekiá (tuuuuuuuuuuuuu); y cuando tenían que seguir camino, usando las dos trompetas, hacia un sonido largo, uno largo entrecortado, teruá (tututututututututu) y otro largo.
Los Iehudim retomaron marcha, y caminaron rápido por 3 días seguidos. Los erev rav (egipcios conversos), se empezaron a quejar y un fuego los mato a todos. Los Iehudim al ver esto se aterraron y pidieron a Moshé que rezara a Hashem. ¿Por qué no pidieron directamente a Hashem ellos mismos? Se los voy a explicar con un cuento: Un chico se pelea con su padre. Cuando se da cuenta de su error, no le pide en general perdón directo a él; le pide a un amigo muy cercano que le insinúe que perdone lo perdone (al hijo). Lo mismo para con nosotros, Hashem es nuestro padre y nos pasa lo mismo que esta parábola.
Los erev rav no aprendieron y se quejaron que querían carne y pescado. Después sigue diciendo que quieren pepino, melón, puerro, ajo y cebolla. ¿Acaso el man, no tenía gusto a cualquier cosa? Sí, a todo me nos a esas comidas ya que no son buenas para las embarazadas o las que dan leche. Otra explicación es que el Man cambiaba de gusto sólo para los Tzadikim.

Hashem les da a los reshaim lo que pidieron, carne, pero hubieran preferido  que no se la den por lo que les pasó: los reshaim, no tan graves, morían en el segundo que la comían, pero los más reshaim, morían durante el mes que la comieron, sufriendo mucho. 

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