Koraj, de la tribu de Leví, primo de Moshé y Aharón, muy rico
(Yosef escondió tres tesoros, uno lo encontró Koraj, otro Antoninus y el
tercero será para los Tzadikim en tiempos del Mashiaj), no estaba conforme con
su parte, quería tener el puesto de Moshé, Aharón, ser jefe de alguna tribu, a
pesar de que se encargaba de cargar los objetos más santos del Mishkán. Su
esposa fue la que hizo que creciera su orgullo. De acá aprendemos que siempre
hay que tener una buena mujer.
Koraj hizo una gran fiesta, y a sus invitados empezó a
hablarles mal de Moshé y a hacer que la Torá pareciera ridícula. Era un hombre
muy inteligente, pero su arrogancia provocó que no creyera en la verdad.
Moshé les dijo a las 250 personas de la reunión que si creían
que podían ser mejores que lo que ya eran, leviim (siendo cohanim), que hicieran
el Ketoret. Todos ellos aceptaron menos Ehud ben Pélet, que, a diferencia de
Koraj, su mujer lo había incitado a que abandonase los malos caminos. Dicen que
ella cada vez que los hombres de Koraj venían a buscar a su marido, se ponía
detrás de la cortina y hacía como si se peinaba el pelo (por la sombra parecía
que no tenía la cabeza cubierta, como una mujer casada). En consecuencia, para
no ver a una mujer sin Tzeniut, los hombres se alejaban. Esto nos demuestra que
no eran pecadores sino que tenían aspecto y conducta en general buena.
El día siguiente, se reunió todo el pueblo en el Mishkán.
Hashem pidió que se alejara de las carpas de Koraj, Datan y Aviram (reshaim). Moshé
les insistió una vez más a que hicieran Teshuvá, pero no le hicieron caso.
Hashem hizo que Koraj y sus seguidores fueran quemados. Koraj, Datan, Aviram y
sus familias, fueron tragados por la tierra con todas sus pertenencias y
familias, yendo directamente al infierno. Los seguidores no fueron llevados al
pozo. Koraj recibió ambos castigos: ser quemado y tragado por la tierra.
Los hijos de Koraj, al principio seguían a su padre, pero
después se dieron cuenta de su error, e hicieron Teshuvá. Cuando estaban por
ser tragados, Hashem los salvo. Siempre se puede volver al camino correcto.
Compusieron varios perakim de Tehilim. De ellos salió Shemuel HaNabí.
Elazar, el hijo de Aharón, fundió los braseros que habían
usado para llevar el Ketoret para recubrir el mizbeaj como advertencia a
quienes quisieran hacer un korbán sin permiso.
Un grupo de Iehudim protestaron contra Moshé y Aharón por la
muerte del grupo de Koraj y Hashem mandó una plaga donde murieron 14.700
personas. Aharón para frenarla hizo el Ketoret (el ángel de la muerte le había
enseñado a Moshé cuando estuvo por 40 días en el cielo que este frena la
muerte).
Para demostrar que Aharón era el Cohén Gadol elegido por
Hashem, Él ordenó que cada jefe de tribu pusiera un bastón delante del Arón. El
de Aharón estaba en el medio para que no dijeran que la cercanía a la Kedushá
del Arón influyó. Al día siguiente, lo encontraron florecido y con almendras
(la fruta que más rápido crece).
Hashem les dijoa los Cohanim que recibirán siempre 24 regalos.
Hashem les da el honor, como “paga” de su trabajo en el Mishkán. El Iehudí que
los da, es bendecido con riqueza.
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