Escribe Rabbí Israel de Salant en su famosa carta: “antaño, recuerdo
que todos sentían escalofrío al oír el anuncio del comienzo de Elul”.
En las generaciones anteriores comprendían la gravedad del mes de
Elul, al punto tal que con sólo oír que éste comenzaba era suficiente
para que todos sintiesen temor y se preocupasen en enmendar sus
errores, corrigiendo cada uno lo hecho. También nosotros debemos
despertar de nuestro letargo y aprovechar este mes para ascender y
acercarnos al Creador, entendiendo que se acercan días de juicio.
Es posible comprender la importancia del mes de Elul a través del
siguiente ejemplo:
Una vez, un soldado del Zar Nicolás, vio a un borracho a mitad de
la noche, y le gritó que se presentará ante él. El borracho no prestó
atención, por lo que el soldado lo llamó nuevamente a que se presentara,
una vez más sin obtener resultados. La tercera vez, el soldado le gritó
“soy un soldado del Zar Nicolás, y te ordeno te presentes ante mí”. Al
no hacerle caso, el soldado le disparó causándole una herida. Cuando
ambos fueron llevados a juicio, el borracho por no oír las indicaciones,
y el soldado por herir a un hombre - el primero cuestionó: “¿por qué
me disparaste?”. El soldado le respondió que actuó de esa forma por no
haber respondido a su orden, a lo que el borracho le preguntó “¿acaso
no viste que estaba tambaleándome como un ebrio?”. El soldado le
respondió: “al oír el nombre ‘Nicolás’, incluso un ebrio debe despertar
de su borrachera”.
Por ello se dice que cuando se escucha el anuncio de la llegada de
Elul, todos debemos despertar de nuestra “borrachera”, y volver a D’s,
Quien es piadoso y está dispuesto a perdonar.
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