Esta Perashá se llama Jaié Sará
(la vida de Sará). Si habla de su muerte, ¿por qué se llama así? Esto es
porque cuando una persona muere, a veces sus enseñanzas también lo hacen. Así
no fue con Sará: todas las Benot Israel (Iehudiot) tomamos su ejemplo hasta el
día de hoy.
Cuando ella fallece a los 127
años, no dice en el jumash “127”, sino que dice 100 años, 20 años y 7 años. ¿Por
qué? Cuando tenía 100, parecía de 20 y cuando tenía 20, de 7. Esto es por
su belleza física y por ser una tzadeket (una niña de 7 años no tiene averot,
pecados).
Mientras ella vivió, habían 3
milagros: las nubes de Shejiná (presencia divina) de Hashem estaban sobre su
carpa; la Jalá siempre era abundante y bendecida y las velas de Shabat que
prendían duraban hasta el siguiente Shabat. Cuando falleció, todo esto se fue
hasta que Itzjak se casó con Rivká.
Abraham ahora debía que enterrar
a Sarah. Para ello, eligió Meharat HaPajpela. Hashem lo guió hasta allí, con un
cabrito el cual se había escapado del grupo; Abraham lo persiguió y sintió el
aroma al Gan Eden. Abraham quería la comprar (para que después no se
arrepientan del obsequio) a toda costa, pero Efrón, el dueño de la tierra, se
la quería regalar. Insistió Abraham y finalmente pago 400 monedas de plata (¡mucho
dinero!). Efrón hablo mucho e hizo poco; lo contrario a lo que nos recomienda
la Tora y a lo que hizo Abraham con los tres ángeles en la Perashá pasada,
Vaierá: les dijo que sólo les daría un poco de pan, un lugar para dormir y agua
para lavarse, pero les terminó preparando un banquete digno de reyes.
¿De dónde viene el nombre de
Mearat (cueva de) HaMajpela? Viene de la palabra Kaful (doble). Hay varias
explicaciones:
·
La cueva tenía 2
pisos, pero sólo el de abajo se usaba para enterrar
·
Allí están enterradas 4 parejas:
Adam y Java, Abraham y Sara, Itzjak y Rivká y Iaakov y Lea.
·
Adam HaRishon era tan alto,
que para ser enterrado Hashem lo debió doblar
Abraham quería casar a su hijo
Itzjak, por ello mando a Eliezer, su fiel sirviente, a buscar una muchacha de
su familia, no de donde estaba ya que no tenían buenas cualidades. Hashem hizo
un milagro de que se le acortara el camino hasta Jarán (donde vivía la familia
de Abraham). Mereció esto ya que en vez de darle a Itzjak a su hija, buscó la
mejor chica.
Eliezer pensó que Itzjak merecía una
chica hospitalaria, bondadosa y caritativa. Por ello rezó a Hashem de que si una mujer le
preguntaba si quería que le de agua al él y a los camellos, esta sería la
elegida.
Hashem cumplió su pedido, siendo
la futura esposa Rivká, hija de Betuel, sobrino de Abraham. Eliezer le regaló
aros y pulseras, hermosas, de oro con diamantes (como adelanto de las grandes
riquezas que llevaba consigo y las que luego le serían dadas). Rivká lo llevó a
su casa, para presentarlo a su familia, y que les hable de Abraham.
Rivká tenía un hermano muy
malvado, Laván quien invitó a Eliezer a la casa sólo porque quería que le dé
riquezas como a Rivká (por agua, Eliezer le dio a Rivká joyas, a él por una
comida le daría muchas riquezas). Betuel pensaba igual, pero peor: lo quería
envenenar. Puso el veneno en el plato de Eliezer pero un Ángel lo cambio por el
suyo y Betuel murió.
Al día siguiente, Eliezer vuelve
con Rivká. Al entrar a la carpa con Itzjak, los tres milagros de Sara vuelven.
Finalmente, Abraham fallece muy
anciano, ya habiéndosele cumplido todos sus deseos, como ser padre, ver a su
hijo Itzjak casarse y que Ishmael volvió en Teshuvá. Es enterrado con Sará en
Mearat HaMajpela.
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