miércoles, 10 de septiembre de 2014

Perashat Ki Tabó

Hay una gran Mitzvá en Eretz Israel, en época del Beit HaMikdash, llamada Bikurim: cuando había un fruto maduro de cada uno de los de siete de Israel (higos, uvas, trigo, cebada, dátil, aceituna y granada), había que llevarlos al Beit HaMikdash, de ser posible en grupos, en una canasta bella y al frente un buey cuyos cuernos estaban bañados en oro con un collar de olivo  (el cual sería utilizado para hacer un Korbán). Para distinguir cuál creció primero, se le ataba una cuerda roja a este y si maduraban varios frutos al mismo tiempo, alcanzaba con llevar uno solo. Podían ser llevados entre Shabuot y Janucá, todos los años menos el de Shemitá. Cuando ya estaban en el Beit HaMikdash, junto a un Cohén, se agitaba la canasta en todas las direcciones y se leía Perashat Bikurim.
Los Jajamim dicen que el mundo fue creado en mérito de la Mitzvá de Bikurim. Explican que es normal que el hombre entienda que hubo un Creador, pero lo que es más difícil de interiorizar es que Éste Creador controla cada paso y paso nuestro en la vida y que somos simplemente títeres de su obra de teatro. No nos damos cuenta de que Hashem fue el que hizo que crecieran nuestras plantaciones/empresas, es más, alegamos que fue fruto de nuestro arduo trabajo. Al cumplir la Mitzvá de Bikurim estamos diciendo que todo lo que producimos no lo hicimos por esfuerzo propio solamente, sino que por la mano de Hashem.
Hashem le pide a Moshé que sobre doce piedras, grabe la Torá y las erija en los llanos de Moav.
También ordena que el día que entrasen a Israel, se colocarán en Har (Montaña) Gerizim y Har Eival, seis shevatim en cada una; y los Zekenim, Cohanim, Leviim y el Arón, en el valle, quienes cuando miren a Har Guerim dirán berajot (bendiciones) y a Eival maldiciones (once bendiciones y once maldiciones) y los Iehudim responderán Amen. Algunos ejemplos:
v “Bendito el que no hace imágenes en secreto” (maldito lo contrario)
v “Bendito el que respeta a los padres”
v “Bendito el que cumple la Torá”
Algunas las berajot eran que tengamos comida y vencer a los enemigos; y maldiciones, que los cultivos no sean fructíferos, hayan enfermedades, no haya lluvia y que habrá guerra y secuestros.

Dentro de los terribles capítulos que habla sobre las maldiciones, podemos ver claramente que se cumplieron a lo largo de nuestra historia.

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