Januká
La historia
Alejandro Magno, el emperador
griego, conquistó gran parte del mundo conocido, incluyendo Israel, la cual
perdonó (al segundo Beit HaMikdash) por Shimón el Cohén Gadol, con quien soñaba
antes de cada batalla ganadora. Tras su muerte, el imperio se dividió,
surgiendo los Ptolomeos en Egipto y los Seléucidas en Siria. Al principio
Israel estaba bajo el mando de los primeros y podían ser más o menos judíos
abiertamente. Cuando los conquistaron los Seléucidas, su suerte cambió y
Antiocus IV prohibió cinco cosas:
v Estudio de Torá: es la clave para luchar contra la
asimilación, sin conocerla, no cumpliremos Mitzvot. Es lo que nos diferencia de
las demás naciones.
v Shabat: Cuando cumplimos Shabat, un día en el cual no
trabajamos, dejamos que Hashem se ocupe de nuestra Parnasá (sustento). Nada más
opuesto al egocentrismo griego, donde D”s es un detalle en la vida del hombre.
v Brit Milá: Para los griegos, el ser humano nace completo y
perfecto y el Brit Milá era un defecto, no una posibilidad de perfeccionarnos.
v Novias judías: eran sometidas de estar con un general
griego la noche anterior a sus casamientos. Los opresores atacaron así la
santidad y la pureza de la familia judía.
v Rosh Jodesh: el inicio del mes judío, depende del nacimiento
de la Luna. El pueblo judío se compara a ella, ya que luego de desaparecer,
vuelve a nacer.
La
tasa de asimilación era cada vez más alta, por lo que una familia de Cohanim
encabezada por Matitiahu, el Cohén Gadol, planea una rebelión para recuperar la
libertad de expresión religiosa. Luego de tres años de lucha, milagrosamente
recuperaron el Beit HaMikdash. El 25 de Kislev terminaron de purificarlo y
querían prender la Menorá, pero solo había aceite para un día. Hubo un milagro,
y este duró 8 días, tiempo que se tarda para ir y volver de los olivos de Asher.
La guerra continuó y finalmente vencieron y comenzaron su propia dinastía de
reyes.
El nombre del Jag
El
nombre “Januká” tiene varias explicaciones:
Ø Proviene de la unión de “Janú”, descansaron, y 25 (en hebreo, ka (כה) suma eso), el 25 de Kislev.
Ø Januká significa inauguración, en este caso, del Beit HaMikdash luego de
ser impurificado por los griegos.
Ø Tiene la misma raíz que Jinuj (educación), así que hay que hacer
especial hincapié en la educación de los niños.
La Janukiá
ü Tiene ocho brazos por los días que duró el aceite (el
primero también lo incluimos ya que fue un milagro por sí mismo haber
encontrado un jarrito de aceite con el sello del Cohén Gadol)
ü Como veremos en las Halajot, puede ser de cualquier
material, de preferencia prendida con aceite de oliva (con él fue el milagro) y
mechas de algodón (absorben mejor el aceite y su luz es más clara). Como
condición, todas las luminarias deben estar al mismo nivel y alineadas, menos
el Shamash que para distinguirlo, está más arriba, abajo o separado.
ü Se acostumbra a prender la Janukiá con la salida de las
estrellas o al anochecer (consultar horarios). Un día común debe quedar
prendida media hora y cuando es viernes, media hora luego de la salida de las
estrellas. En este caso, primero se prenden las de Januká y después las de
Shabat.
ü Las velas se colocan de derecha a izquierda y se prenden
de izquierda a derecha.
ü Ashkenazim acostumbran a que cada integrante varón de la
casa tenga una Janukiá propia. Los sefaradim prende una el hombre de la casa.
ü Antes de encender, se dicen las Berajot y después, según
la costumbre, HaNerot Halalu, Maoz Tzur y el Tehilim 30, Mizmor Shir Janukát
HaBait.
Berajot:
1. Baruj ata A-do-nai elo-he-inu melej haolam asher
kideshanu bemitzvotanu leadlik ner shel Januká
2. Baruj ata A-do-nai elo-he-inu melej haolam sheasa nisim
laavoteinu baiamim hahem bizemán haze.
3. Baruj ata A-do-nai
e-lo-he-inu melej haolam shehejeianu vekimanu vehiguianu lazemán haze.
El primer día se dicen las brajot 1,2 y 3. Los demás, sólo
las 1 y 2.
Halajot
1. Todos los tipos de aceites y mechas se pueden usar para
prender la Janukiá (Menorá de 8 brazos más la vela piloto); pero el aceite de
oliva y las mechas de algodón son lo mejor para usar. Se pueden usar velas,
pero mejor aceite ya que el milagro fue a través de él.
2. Está prohibido usar de cualquier forma las luminarias de
Janucá. Por ello, se prende el Shamash, para que no se considere que las
usamos.
3. Sefaradim prenden primero las velas y luego el shamash y
ashkenazim con el shamash prenden las velas.
4. Si la Janukiá es de barro/arcilla, sólo se puede usar una
vez ya que parece sucia.
5. En los ocho días de Janucá se agrega “Al Hanisim” (Amidá
y Bircat HaMazón); pero no en “Mein Shalosh”.
6. Los ocho días de Januká se recita “Halel” completo.
Costumbres
Comidas con aceite: en
recuerdo al milagro de aceite.
Januká Guelt: Se
acostumbra a que los padres les den a sus hijos regalos (en especial dinero)
los 8 días del Jag.
Sebibón: Es una
perinola de cuatro lados cada lado tiene una significado.
נ(Nun): Nes (milagro)
ג(Guimel): Gadol (grande)
ה(Hei): Aiá (ocurrió)
ש(Shin): Sham (ahí). En Israel se cambia por פ (Pei), Po (aquí)
Juego:
Cada letra tiene una consigna:
Cada letra tiene una consigna:
Nun: Nada
Guimel: El
jugador toma todo lo que se ha puesto en el medio.
Hei: El jugador toma la mitad de
lo que se ha puesto en el medio.
Shin/Pei: El
jugador coloca una moneda en el medio.
Luego de que el Sebibon haya caído en Guimel cada jugador
debe colocar una moneda en el medio. Cuando la cantidad de monedas es impar y
cae en Hei el jugador toma el aproximado mayor a la mitad (ejemplo: Si hay 3,
agarrar 2).
Procedimiento:
ü Cada jugador tiene 14 fichas (pueden ser monedas,
caramelos, chocolates, lentejas...) y hay 4 en el medio (pozo).
ü Empieza a jugar
uno y después sigue según las agujas del reloj (para la derecha).
ü El juego termina
cuando un jugador lo haya ganado todo.
Historia:
En la época de Januká, los griegos no los dejaban estudiar Tora. Algunos Iehudim no querían cumplir esto, así que cuando no los veían, estudiaba, en cambio, cuando veían griegos, disimulaban con el sebibón.
En la época de Januká, los griegos no los dejaban estudiar Tora. Algunos Iehudim no querían cumplir esto, así que cuando no los veían, estudiaba, en cambio, cuando veían griegos, disimulaban con el sebibón.
Lecciones
Durante la época de Alejandro Magno, la época
helenística de Grecia, el imperio estaba en su máximo potencial, siendo amos
del Mar Mediterráneo y más; pero cuando muere y distintos emperadores intentan
eliminar nuestro judaísmo, extrañamente ¡comienzan a decaer! ¿Cómo puede ser
esto? ¿Qué explicación lógica tiene? Ninguna. Todo fue para demostrar que a
nosotros, los Iehudim, nadie nos destruirá. Hashem cuando estamos
en aprietos, destruye a nuestros enemigos de cualquier manera. Él
creó la naturaleza, así que también la puede cambiar, haciendo que unos
pocos judíos, los Jashmonaim, pudieran vencer al vasto ejército.
También podemos comparar esta festividad con Purim.
¿Cuál de las dos es más alegre? Seguramente todos responderemos que Purim, pero
¿por qué? En la época de Purim, el pueblo de Israel estaba en un nivel muy bajo
de espiritualidad, pero finalmente todos, no sólo unos pocos como en Januká que
fueron, entre otros los Macabim. ELLOS se esforzaron por cambiar. En cambio, en
Januká, Hashem hizo todos los milagros, venció a nuestros muchos enemigos, hizo
que el aceite durara ocho días…
Podemos acordarnos de estos últimos conceptos, viendo
el sebibón y la matraca (utilizada en Purim). El sebibón lo tomamos por arriba
(Hashem, por arriba nos manda todo de arriba, Sus milagros) pero la matraca la
hacemos sonar de abajo (nosotros hacemos el esfuerzo, pero obviamente Hashem
nos ayuda, creando el sonido).
En fin, Hashem siempre nos va a dar todo lo que
necesitamos, pero para hacerlo más feliz, tenemos que poner nuestra parte.
Aparentemente, la victoria militar de los judíos sobre
el imperio griego, fue un milagro mucho más grande que el aceite que
duró durante ocho días. Pero la luz de Januká simboliza la real victoria: la supervivencia
de la luz espiritual (la Torá) del Iahadut a pesar de la interesante e
innovadora cultura griega.
Otro punto que podemos resaltar es ¿por qué merecimos
los milagros de Januká? “Abrí un agujero del tamaño de la punta de una
aguja, y Yo (Hashem) te abriré puertas de salones de palacios”. Los Jashmonaim tuvieron emuná (fe) en que
Hashem los ayudaría en sacar a los griegos y sus malvados decretos; pero no
solo con palabras, sino también con la acción.
La dinastía Jashmonaí terminó con la disputa entre dos
hermanos (Aristóbulo e Hircano). De aquí podemos aprender que si entre
nosotros hay problemas, cualquiera nos puede destruir.