martes, 17 de noviembre de 2015

Perashat Vaietzé

Yaakov se estaba escapando a Jarán. En el camino, estudió día y noche por 14 años en la Ieshiva de Shem y Ever. Después, pasó por Har HaMoriá (donde había sido Akedat Itzjak y luego se construyó el Bet HaMikdash), pero se dio cuenta de que no había parado a hacer Tefilá y volvió. En recompensa, Hashem le acortó el camino.  Rezó y se quedó dormido sobre 12 piedras. Soñó que ángeles subían y bajaban escaleras del cielo. Hashem lo bendijo con que la tierra de Israel, donde se encontraba, le sería dada, su descendencia sería cuantiosa como el polvo, se expandiría con fuerza por los cuatro puntos cardinales y todos los pueblos benditos por nosotros.
Sforno explica esta berajá: nosotros somos pisoteados como el polvo, pero en un futuro nos haremos fuertes (Ufaratzta) y somos los Cohanim de Hashem, los que alaban a Hashem y por nuestro mérito el mundo se mantiene.
Cuando se levantó, todas las piedras se habían unido en una sola ya que peleaban por sobre quién apoyaría la cabeza Yaakov. Se dice que puso las piedras para protegerse de los animales que lo podrían llegar a atacar. Pero, ¿cuánto lo podrían proteger unas simples piedras? ¿Acaso no lo podrían atacar en otra parte del cuerpo, no sólo su cabeza? Explican que lo hizo para poner su esfuerzo en el milagro que Hashem haría para salvarlo. Esto se compara a una persona con su salud: uno sabe que todo depende de Hashem, pero igualmente hacemos nuestra parte y vamos al médico. Al “reducir” el milagro, aumentamos nuestro libre albedrío.
Cuando llegó a Jarán se encontró con Rajel, la hija de Laván, el hermano de Rivká. Después de un tiempo, le propuso matrimonio. Ella sabía que su padre era un mentiroso y que le daría a su hermana Lea, así le dio a Yaakov unas señales para que sepa si era ella. Estas eran las tres Mitzvot especiales de la mujer: Hadlakat Neirot (velas), Jalá y Nidá (pureza familiar).
Yaakov arregló con Laván que trabajaría para él  7 años por Rajel.  El día de la boda llegó y Laván le dio a Lea en vez de a Rajel. Rajel le había dado las señales a su hermana para que no pasara vergüenza. Explican que Lea siquiera sabía que Yaakov se quería casar con su hermana porque Rajel había hecho todo su esfuerzo para que recibiera las señales de forma indirecta y los regalos que le daba a ella su novio, se los mandaba sin abrir a Lea. Yaakov habló con Laván y le dijo que trabajara 7 años más por Rajel (pero que se casara a la semana siguiente) y que le había dado a Lea primero ya que era la mayor.
Con Lea tuvo 6 hijos y una hija (Reubén, Shimón, Leví, Iehudá, Isajar, Zevulún y Diná)  y con Rajel 2 (Iosef y Biniamín). También se caso con las sirvientas de ambas (Bilhá y Zilpá) y tuvo 2 hijos con cada una (Dan y Naftalí y Asher y Gad).

Tras trabajar 20 años sufriendo engaño con el sueldo, frío, calor y cansancio, se escaparon y Rajel se llevó los ídolos de su padre para que no los usara. Laván se dio cuenta y los siguió. Tuvo un sueño que le decía que no les hiciera nada y así lo hizo. Les preguntó si las tenían y le respondieron que no. Igualmente, él las busco. A Yaakov le molesto que haya desconfiado de él  aunque le había servido muy fielmente por 20 años (7 por Lea, 7 por Rajel y 6 más para poder quedarse en su casa), así que dijo que el que lo haya hecho, no esté en este mundo (que muera) y así le pasó a Rajel, falleció al nacer Biniamín. Por eso nos tenemos que cuidar con nuestra habla.

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