domingo, 25 de octubre de 2015

Perashat Vaierá

Por más que Abraham Avinu se había hecho el Brit Milá hacía tan solo tres días, quería recibir invitados, por lo que primero envió a su sirviente Eliezer a ver si pasaba gente y no había nadie y luego fue corriendo él mismo a buscar personas. Hashem, para que no saliera nadie y que Abraham se recuperara, hizo que hiciera muchísimo calor.
Igualmente, al ver las ganas de Abraham de cumplir esta gran Mitzvá, primero fue Él a visitarlo y luego envió a tres Malajim (ángeles). En el Pasuk no dice que Abraham vio tres ángeles, sino tres hombres para demostrarnos que él no los recibía a pesar de su dolor por ser Malajim, sino por ser simples personas. También, porque en su casa era tan normal ver ángeles como seres humanos.
Los Malajim sólo tienen una función, por lo que Hashem mandó a:
·      Rafael: para curar a Abraham de los dolores del Brit Milá y salvar a Lot y su familia de la destrucción (salvar y curar es una única función).
·      Mijael: para dar la noticia del embarazo de Sará y del nacimiento de Itzjak un año después.
·      Gabriel: destruir Sedom y las ciudades que la rodeaban.
Abraham les dijo que les daría pan, agua para beber y lavarse los pies y sombra para dormir, mas les preparó un banquete digno de reyes con leche, manteca, Matzot (era Pesaj) y carne de tres terneritos.
La tierra de Sedom y sus ciudades vecinas, Amorá, Adma, Tzvoim y Tzoar (esta última no fue destruida con las primeras para que Lot pudiera ir a allí), merecieron un duro castigo ya que como sus habitantes eran tan ricos por tener las tierras más fértiles del mundo y que cada vez que extraían un fruto del piso, tomaban oro, creían que no necesitaban comportarse como Hashem requería para vivir bien. Sus leyes eran:
·       Cualquier visitante podía ser atacado y despojado de sus pertenencias.
·               Cuando alguien dejaba el país, debía hacerlo sin dinero.
·               El que ayudaba a alguien, debía ser asesinado.
·       Si se invitaba a extraños a un casamiento, al anfitrión se le sacaban sus ropas.
Abraham rezó por estas ciudades y por su sobrino Lot, quien sin la tefilá de su tío no hubiera sido salvado, diciendo a Hashem: “si hubieran 50 justos allí, ¿las destruirías…? ¿Y si hubieran 45… 40…30…20…10?” Pero siquiera había un minián (10 personas) justas, así que dejó de pedir.
Lot deseaba invitar gente, como le había enseñado su tío Abraham, por lo que merodeaba por las calles en las noches. Cuando los malajim Gabriel y Rafael se disponían a destruir la ciudad, los invitó a su casa. Otra explicación es que estaba durante esa noche en el portón de la ciudad ya que los jueces como él permanecían allí y en el Pasuk figura que los vio como Malajim (y no personas como Abraham), lo que nos viene a decir que si no fuera por ser ángeles, no los habría recibido.
La esposa de Lot era malvada, así que al ver a los invitados de su esposo les pidió sal a los vecinos diciéndoles que tenía invitados para que mataran a su esposo por estar en contra de la ley del país. A los pocos minutos, todos ya sabían sobre el “terrible acto” de Lot, por lo que sitiaron su casa. Para que se vayan, Lot les ofrece a sus hijas solteras (y no a sí mismo como hubiera hecho un Tzadik) para que hicieran con ellas lo que quisiesen, pero los ángeles lo trajeron de vuelta a su casa.
Al amanecer, Rafael lo tomó sacándolo a él con dos de sus hijas solteras (las otras dos casadas y sus esposos no creían que serían destruidos) y su esposa. Les ordenó que no miraran hacia atrás ya que la Shejiná de Hashem estaba allí y también porque si no fuera por los rezos de Abraham, no se hubieran salvado y no merecían siquiera observar el milagro.
Abraham se mudó a Grar, una ciudad filistea. Allí sucedió algo similar a lo que pasó en Egipto: Avimelej, el rey, tomó a Sará. Soñó que Hashem le decía que volviera en Teshuvá y le pidiera perdón a Abraham. Así hizo y le dio varios regalos. Hicieron un tratado que decía que por tres generaciones, sus descendientes no se atacarían mutuamente. Los nietos de Avimelej tuvieron una larga vida, impidiendo la conquista de ciertas ciudades de Israel muchos años después.
Según una explicación, el quince de Nisán, Sará tuvo a Itzjak a los 90 años y Abraham a los 100. Todo el mundo fue bendecido por su nacimiento: los ciegos pudieron ver, los rengos caminaron… Nadie podía decir que lo habían adoptado o era hijo de otra persona ya que Itzjak era igual a Abraham.
Ishmael se puso celoso de su hermanito nuevo ya que sabía que a pesar de ser él el primogénito, Itzjak continuaría el linaje de su padre. Se desvió del camino de la Torá y comenzó a servir ídolos, a cazar y robar. Al ver esto, Sará le pidió a su esposo que lo echara junto a Hagar y así hizo Abraham ya que Hashem le había dicho que haga todo lo que le diga Sará.

A los 37 años de Itzjak (otros opinan otras edades), Hashem le ordenó a Abraham que hiciera de su hijo un Korbán. Abraham fue a donde Hashem le indicó (donde luego sería el Beit HaMikdash) y cuando lo estaba por matar, una voz del cielo exclamó que no lo haga y en vez, hiciera Korbán de un carnero que pasó por allí.

domingo, 18 de octubre de 2015

Perashat Lej Lejá

Abram ya era para Hashem un Tzadik y por ello Hashem lo pudo probar con cosas tan difíciles, ya que Él nunca nos pide algo que no podemos hacer.
Lo primero que Hashem le ordenó es que se fuera para él, Abram, (Lej Lejá) al lugar donde Él le mostraría (pero sin decirle antes adónde). ¿Por qué para él, acaso era bueno irse de su casa? Sí, ya que si lo hacía sería recompensado con descendencia, dinero, bendiciones efectivas y que su nombre sea una bendición (la gente dirá “qué seas como Abram”), los que lo bendigan serán bendecidos (plural) y el que lo maldiga será maldecido (singular)…
Ahora nos podemos preguntar ¿Quién luego de tantas cosas buenas no haría lo que le pidieran? Esa la prueba, hacer todo LeShem Shamaim, en honor de Hashem, no por la recompensa.
Hashem le ordenó a Abram abandonar su patria. Si uno lee la Perashá anterior, podrá notar que en realidad Abram no era de Jarán, sino que de Ur Kasdim, de donde hacía unos años se había mudado con su padre (ya fallecido), Lot y Sarai. Los Jajamim lo explican de dos formas: que en verdad él era de Jarán (se había mudado a Ur y de allí a Jarán de vuelta) o que esta orden se la había dado mientras aún estaba en Ur Kasdim.
Abram salió con su esposa Sarai, su sobrino Lot y todas las personas a las cuales había hecho hacer Teshuvá. Cuando llegaron a destino, se desató en Eretz Israel una terrible hambruna por lo que decidieron irse a Egipto. Allí se dio cuenta de la belleza de Sarai, quien a pesar de haber soportado todo el viaje seguía hermosa. Otros opinan que de tanto recato que tenía Sarai, nunca le había visto siquiera los tobillos, pero para cruzar un arroyo, probablemente se le levanto muy poco la punta de la pollera, mostrando sus tobillos, los cuales hasta ellos eran preciosos. Una tercera explicación es que él sabía que era hermosa, pero estaba en un nivel tan elevado que para él lo santo era hermoso, veía la belleza interior, la cual es resaltada cuando nos vestimos con recato como lo hacía Sarai. En ese momento se dio cuenta de que Sarai no era sólo linda interior sino que también físicamente porque vio su reflejo en el agua y allí la belleza reflejada es física y no espiritual.
Razonó que como los egipcios eran malvados y no tenían claro qué estaba bien y qué no, podrían secuestrarla y maltarlo a él para quedarse con ella, por lo que la escondió en una caja. Luego, cuando la descubrieron y se la llevaron al palacio de Paró, dijo que era su hermana. Paró al verla, se quería casar con ella, pero cada vez que la tocaba, un ángel lo golpeaba y todos los del palacio se llenaron de ampollas. Finalmente, ella confesó que estaba casada y los obligó a irse con muchos regalos valiosos, incluyendo su hija Hagar. Paró pensó: prefiero que mi hija sea una sirvienta en la casa de un Tzadik como Abram y no una princesa entre Reshaim.
Abram y su compañía volvieron a Eretz Knaan por el mismo camino que a la ida para poder pagar los hospedajes en los cuales había parado. Allí se separó de Lot ya que no alcanzaban los terrenos para el ganado de ambos y por las peleas entre sus empleados: los de Abram decían que sólo se podía pastar en campos públicos y en los otros había que cubrir las bocas de los animales con bozales, mientras que los de Lot no lo veían necesario. Lot se fue a vivir a Sedom cuyos habitantes son muy malvados pero los campos eran fértiles.
Hubo una guerra entre cuatro reyes (entre los cuales estaba Amrafel (Nimrod)) y otros cinco reyes, la cual ganó la minoría, demostrando su fortaleza. Entre los cautivos estaba Lot, por lo tanto, Abram con su sirviente Eliezer solos fueron a rescatarlo y lo lograron ya que cuando tiraban tierra, se convertía en flechas. En el Pasuk dice que Abram fue con 318 hombres, pero nuestros Jajamim interpretan que era solo Eliezer, cuya Guematria es 318.
En recompensa de haber sido salvado, el rey de Sedom le dijo que le entregue a los cautivos y que se quedara con toda la riqueza, pero Abram no aceptó siquiera un hilo o cordón de zapato ya que Hashem es el que da la Parnasá (sustento) y así no diría el rey de Sedom “yo enriquecí a Abram y no su D”s.”
Abram temía que se le hubieran acabado los méritos luego de tantos milagros, pero Hashem lo consoló diciéndole que todo había sido hecho por Su nombre y Abram tendría su merecida recompensa en el Olam HaBá. Lo que pidió fue descendencia.
Hashem le prometió a Abram que sus hijos tendrían Eretz Knaan, en el futuro Israel, a lo cual Abram preguntó cómo sabría él que sería así, cómo sabría que la merecerían sus descendientes a pesar de sus pecados. Le pidió que tomara tres becerros y tres cabritos (que representaban a los reyes no judíos), tres ciervos y una tórtola (reyes persas y griegos) y un palomino (judíos). Con todos haría Korbanot y luego los cortaría en partes, a todos menos al palomino el cual pasaría volando entre ellas, significando que los Iehudim vencerían a todos los demás pueblos. Este suceso se lo conoce como Berit ben HaBetarim (pacto entre las partes).
Luego, Abram soñó con la esclavitud de los judíos en Egipto y su redención, y asimismo los distintos exilios (Babilonia, Media/Persia, Grecia y Roma). Hashem le dio para elegir entre el castigo de los exilios o el Gueinam, infierno; obviamente eligió la primera opción.
Ya había pasado diez años y Sarai no había tenido ningún hijo, por lo que decidió darle a Abram como esposa a su sirvienta Hagar, quien quedó embarazada al poco tiempo. Por ello, alegó que Sarai no era la Tzadeket que aparentaba ser porque era estéril (no merecía tener hijos) y ella rápidamente había sido bendecida. Sarai se enojó con su marido por dos cosas: por no hacer nada luego de ver que Hagar la avergonzaba; y porque rezó a Hashem que le dé hijos (a él, pero no a ambos). Abram le respondió que haga con Hagar lo que quiera.
Sarai le echó su mal de ojo y Hagar perdió el bebé. Hagar se escapó al desierto, pero Hashem mandó ángeles para traerla de vuelta y prometerle que tendría un hijo llamado Ishmael, que significa “Hashem escuchó tu sufrimiento.”
A la edad de 99 años, Hashem le ordenó que fuera íntegro, tamim, que consistía en cumplir Sus órdenes y hacerse el Berit Milá. Hashem les cambió los nombres él y a Sarai:
·     Abram a Abraham: Dejarás de ser padre de Aram (Ab Aram) y serás el padre de muchas naciones (se le agregó la Hei de Hamón, multitud).
·     Sarai a Sará: Sarai significa mi princesa/ministra, ahora, sacándole la Iud, significará princesa/ministra de todo el mundo.
·     La Iud (según la guematria, 10) de Sarai pasó a ser una Hei (5) para el final de su nombre y otra para Abraham.
Hashem le ordenó que cada varón a los ocho días de vida judío o de posesión de un judío (esclavo) se le deba hacer el Berit Milá. En mérito de cumplir esta Mitzvá Hashem lo recompensó con un hijo, Itzjak.

Abraham se hizo el Brit Milá a plena luz del día, sin importarle las burlas de los Goim o de los burlones. Ishmael se lo hizo a los 13 años.

domingo, 11 de octubre de 2015

Perashat Noaj

La vida antes del Mabul, diluvio, era excelente: todos vivían cientos de años, eran gigantes, podían arrancar árboles de raíz, no existían las enfermedades o sufrimientos, cuando sembraban la cosecha les duraba para los siguientes 40 años y el clima siempre era el mejor, no habían estaciones. Por esto, pensaban que no necesitaban a Hashem y cometían todos los peores pecados que puede haber, como idolatría, derramamiento de sangre, adulterio, robo (de propiedad, mujeres, objetos, cosecha, animales, etc.). Los jueces  y animales mismos eran malvados…
Igualmente, luego de diez generaciones desde Adam, nació un hombre que; junto con su esposa Naamá y sus hijos Shem, Jam y Iafet; no se contagió de las personas que lo rodeaban. “Perfecto en su generación”, este Pasuk tiene varias interpretaciones:
·       Era justo sólo comparado a su generación, pero si hubiera vivido en otra época no hubiera destacado
·       Se pudo mantener piadoso a pesar de su entorno
·       No hacía más de lo esperado (como Abraham, que sin importarle que se acababa de circuncidar, fue a buscar invitados)
Hashem le dijo a Noaj de su plan de mandar un Mabul por los pecados y sólo él y sus descendientes, siete parejas de cada animal casher y una de cada taref sobrevivirían (también se salvó Og, quien se les vendió como esclavo para la eternidad). Por lo tanto, debería construir un arca, donde en el piso inferior irían los desperdicios, en el del medio la comida y en el superior, los humanos. Noaj tardó 120 años en construirla, soportando las burlas de la gente (en vez de volver en Teshuvá por su próximo trágico destino), pero nunca pidió (como Moshé) que no fueran castigados, misericordia o les insistió que recapacitaran.
El 17 de Jeshbán del año 1656 (desde la creación), comenzó el Mabul, empezando como una simple llovizna para seguirle dando a la humanidad otra oportunidad de salvarse y permanecieron en el arca por 12 meses, sin descansar ya que tenían que alimentar a cada uno y uno de los animales. La lluvia duró 40 días, en los cuales llegó a cubrir más de 7,5 m sobre las montañas más altas (las personas medían eso, por si alguien se subía a las cimas de ellas), pero no era agua normal, tenía fuego y materiales tóxicos. Luego de cesar de llover, el agua comenzó a bajar y 40 días después del 1 de Av, mandó un cuervo (animal conocido por su maldad y taref lo que significaba que sólo eran dos) para ver si el agua había bajado y si por alguna razón moría en el camino, era su castigo por sus pecados, pero igualmente el ave volvió y por orden de Hashem, Noaj lo dejó pasar.
Esperó 7 días y mandó una paloma quien no pudo encontrar lugar para vivir. Después de una semana hizo lo mismo y esta vez volvió con una rama de olivo (que sacó del Gan Eden seguramente, ya que toda la tierra estaba destruida, pero había algo de tierra seca ya que para llegar hasta allí, debió haber parado para descansar). Luego de otros 7 días, la volvió a mandar y no regresó.
Cuando Hashem les permitió salir, lo hicieron y al ver la Tierra desolada, Noaj se lamentó, a lo que Hashem le respondió que hubiera rezado antes. Como símbolo del pacto entre Hashem y la humanidad de que no volvería a mandar un diluvio, puso el arcoíris, y cada vez que merezcamos ser castigados, aparece en el cielo así volvemos en Teshuvá.
De ahí en adelante, les fue permitido comer carne. Con algunos animales Casher, Noaj hizo Korbanot para Hashem.
El nieto de Jam, hijo de Noaj, quien salió del arca con tez oscura, era conocido como Nimrod (significa: “incitó a revelarse contra Hashem”), Amrafel (ya que tiró a Abraham al horno caliente) o simplemente Kush como su padre (debido al color de su piel).
Cuando este tenía 40 años, hubo una guerra entre los descendientes de Jam y Iafet, la cual ganaron los primeros comandados por Nimrod a quien coronaron como rey y se autoproclamó una deidad. Luego, toda la población se estableció en Babel (Babilonia).
Allí se les ocurrió construir una torre muy alta, que llegara al cielo, con varios propósitos para hacerla:
1.    Para prevenir un segundo Mabul o en el caso de otro diluvio, poder subir allí para protegerse. Ellos no creían que lo había mandado Hashem, sino que era natural que cada 1656 años, caiga un diluvio y tenían que prevenirlo.
2.    Para adorar ídolos allí.
3.    Para colocar un ídolo con una espada en la mano demostrando que querían luchar con Hashem.
Sólo hubieron cinco personas que no ayudaron a la construcción de la torre de Babel: Abram (décima generación desde Noaj), Noaj, Shem  y dos de sus hijos (Ever y Ashur).
Cada grupo de personas (citadas anteriormente, según su propósito para construir la torre), fue castigado de otra manera, luego de darles una oportunidad de volver en Teshuvá merecida por estar unidos:
1.    Fueron dispersados por el mundo, devolviéndolos a donde pertenecía cada uno.
2.    Se transformaron en monos, demonios o espíritus.
3.    Antes todos hablaban hebreo, pero de ahí en adelante, existen 70 idiomas, lo que provocó que nadie entendiera al otro y ante el pedido de algo, le daban otra cosa. Finalmente, la mitad de la humanidad fue asesinada.
El tercio más bajo de la torre fue tragado por la tierra, el superior fue incendiado y el que quedó, permaneció sobre la tierra.
Los astrólogos de Nimrod le dijeron que veían que nacería un muchacho quien le ganaría (Abram), por lo que mando a matar a todo varón que naciera, en total fueron 700.000. La esposa de Teraj, futuro padre de Abram, una persona con un cargo muy importante, acababa de tener a Abram, por lo tanto se escapó con él a una cueva y Teraj les dio para matar al hijo de su sirvienta diciendo que era el suyo. Cuando Nimrod se dio cuenta que su plan no tuvo efecto, canceló su decreto y Abram pudo volver a su tierra.
Teraj tenía un negocio de ídolos, el cual dejó por un tiempo a cargo de su hijo. Abram rompió todas las estatuas menos la más grande, a la cual le puso una espada. Al volver su padre, le dijo que se habían peleado y solo sobrevivió una. Teraj le gritó: “¡Los ídolos ni se mueven!” a lo que Abram le respondió: “Entonces, ¿para qué los servís, si no hacen nada?
Un día Teraj llevó a Abram al palacio de Nimrod donde Abram destruyó los ídolos y como castigo, fue encarcelado por 10 años y finalmente fue lanzado al fuego donde no se quemó por tres días enteros.

Luego, Abram se casó con su sobrina Sarai, quien era estéril. Abram, Sarai, Teraj y su esposa Amtalai y Lot, hermano de Sarai, se fueron a vivir Jarán. Abram esparció por todo el mundo el nombre de Hashem.

jueves, 1 de octubre de 2015

Perashat Bereshit


La Torá fue creada por Hashem 2000 años antes que el mundo, era como la maqueta de un arquitecto. Si la Torá decía que hay que honrar a los padres, Hashem hizo que la persona los tuviera; si decía que no se pueden ingerir ciertos animales, los creaba para poder no comerlos… Cabe aclarar que el mundo fue creado “viejo”. Por eso, hay pruebas científicas que dicen que el mundo tiene millones de años, pero en verdad es porque Hashem lo creó como si tuviera era edad.
El primer día de la creación: En este día, Hashem hizo todas las cosas que luego crearía, pero sin forma, tal como cuando uno prepara una comida, primero hace las salsas, las carnes, etc. y luego une todo. Creaciones:
·       Cielo (en estado fluido, en el segundo día se solidificó).
·       Tierra, de la nada. Hay tres explicaciones, que el cielo se creó primero, que la tierra, o ambos al mismo tiempo.
·       Luz, no es como la que conocemos, del sol o electricidad; está reservada para los Tzadikim y el Mashiaj, permite ver todo el universo y lo que sucederá.
·       Tiempo, un día duraría 24 horas, luz de día y oscuridad de noche.
Segundo día:
·       Todo estaba cubierto de agua, pero en ese día Hashem separó las aguas (Maim) de la Tierra de las del cielo, que es fuego (Esh) y de aquí sale el nombre hebreo del cielo, Shamaim, que es la unión de esh y maim.
·       Gueinom/infierno: donde van los reshaim, malvados.
·       Ángeles, no los hizo el primer día para que nadie piense que fueron partícipes en la Creación.
De todos los días se declara: “y fue bueno”, menos éste, ya que el Gueinom fue creado y hubo separación (entre las aguas) que si no es absolutamente necesaria, no es buena.
Tercer día:
·       Antes el agua cubría toda la superficie, en este día, Hashem las juntó en ríos, océanos, etc.
·       Árboles, que todos tenían frutos, pero fueron castigados por no cumplir la orden de Hashem de que también su madera sea deliciosa.
·       Pasto, que no creció hasta que Adam rezó por la lluvia.
·       Gan Eden/ paraíso: donde fue puesto originalmente Adam, y donde luego irían los Tzadikim.
Cuarto día: Fueron creados el Sol y la Luna, del mismo tamaño. La Luna se quejó diciendo que no pueden haber dos reyes con igual esplendor, y Hashem la castigó haciéndola más chica ya que el que busca honor, éste se escapa de él. Igualmente, le regaló las estrellas.
Quinto día:
·       Aves
·       Peces
Fueron bendecidos con multiplicarse muchísimo
·       Leviatán y su pareja, un monstruo marino del cual, cuando llegue el Mashiaj, comeremos todos y con su piel se hará una Sucá donde entrará todo el Pueblo. Para que no se multiplicasen, Hashem mató a su pareja y la guardó en “conserva”.
Sexto día: Rosh HaShaná, 1 de Tishré
Creó los animales, pero no fueron bendecidos a causa de la víbora la cual haría pecar a Adam y Javá (Eva). Luego de todo, Hashem formó al ser humano, como un anfitrión que primero sirve la mesa y después trae a los invitados; para que nadie diga que Hashem tuvo un socio en la creación; y para que nadie se pueda vanagloriar, ya que hasta un bicho fue hecho antes que nosotros. Los humanos somos llamados Bené Adam (hijos de la Tierra literalmente), ya que de ella fuimos creados, con el agregado de la Neshamá (alma), que es una parte de Hashem mismo.
Antes de insuflarle la Neshamá a Adam, Hashem le mostró todas las futuras generaciones. Fue creado como un adulto, pero sin instinto del mal (Ietzer hará).
Ya en el Gan Eden, Hashem le pidió que nombrara a los animales así podría ver su inteligencia. Al hacer esto, Adam se dio cuenta de que era el único sin pareja, la pidió y Hashem se la concedió (luego se quejaría de ella por hacerlo pecar, más aún lo hubiera hecho si no era por su deseo). Para hacerlo, lo durmió y la creó de su costilla (para que sea Tznuá, recatada, como la costilla que está oculta). Por esto, las mujeres están en un grado más elevado: fueron creadas de algo ya santo, con Neshamá, a diferencia del hombre, que lo fue de la Tierra.
La Mitzvá de Adam y Java era no comer del árbol de conocimiento; si lo comieran, no tendrían vida eterna. Esta prohibición duraba sólo un día.
La serpiente (en realidad era el instinto del mal encarnado en ella) quería persuadir al ser humano de comer el fruto prohibido, y para hacerlo le preguntó a Javá si podían comer de todos los árboles y ella le respondió que de todos menos uno, al cual siquiera lo podía tocar (Adam agregó está prohibición para no tentarse, pero no le explicó a su esposa la verdadera orden de Hashem). La serpiente la empujo y así toco el árbol; usando esto como escusa para convencerla: había desobedecido la “orden” de Hashem, pero su castigo no se había cumplido. Por lo tanto, pudo terminar de persuadirla de comer el fruto, y ella pecó. Al hacerlo, se dio cuenta de que su castigo se avecinaba y dijo: “si yo muero, mi esposo también morirá”, y él comió ya que se lo dio como jugo y no se distinguía qué árbol era. Algunos comentaristas dicen que hasta le tuvo que pegar para que pecara. Así hizo con todos los animales para que los acompañen al mundo terrenal. El Ietzer hará (instinto del mal) se les unió, su altura disminuyó a 50 metros y la vida de Adam se redujo a 1000 años (un día para Hashem), de los cuales regaló 70 al rey David, quien si no fuera por este regalo hubiera vivido tan solo unas horas
Como castigo, la serpiente, perdió el habla, sus patas, sería la más odiada de todos los animales, lo que coma tendrá gusto a tierra y llevará veneno en su boca.
Adam y Javá estuvieron sólo un día en el Gan Eden, ya que en el mismo día que fue creado, pecó. Debería haber sido expulsado al instante, pero el Shabat lo protegió y recién salió Motzaé Shabat.
Séptimo día: Shabat
En este día, Hashem dejó de crear cosas nuevas, menos la santidad del día mismo, la corona de la creación. Todas nuestras ganancias son calculadas en Rosh HaShaná/Iom Kipur menos los gastos para Mitzvot como educación, Shabat, Jaguim… así que uno nunca se empobrecerá por embellecer las enseñanzas de la Torá.
Cuando Javá fue creada, tuvo cinco hijos que nacieron ya crecidos (durante el tiempo que estuvieron en el Gan Eden, no existía el embarazo de 9 meses, sino que tenían a los hijos al instante): Caín con su melliza y Hevel con sus dos mellizas. Ambos se casaron con sus hermanas, pero Caín quería una de las hermanas de Hevel para sí. Ellos tenían distintas personalidades; mientras que Hevel era pastor y justo, su hermano era agricultor a pesar de la maldición de Hashem sobre la tierra.

Adam llamó a sus hijos para que le hagan Korbanot a Hashem. Hevel trajo los mejores corderos que tenía, pero Caín semillas de lino, las peores. Hashem sólo aceptó lo del primero ya que vio su buena intensión. Cada vez estaba Caín más enojado con su hermano, así que, buscando un pretexto para matarlo, le dijo que dividieran el mundo: él se quedaría con la tierra y las plantas; y su hermano con todo lo móvil. Le comenzó a gritar: “Andate que aquí, estás pisando mis pertenencias” hasta que lo termina matando. Hashem permitió que lo hiciera ya que Hevel miró de más la Shejiná de su Korbán y se enorgulleció de que había sido aceptado.

Perashat Vezot HaBerajá


Esta perashá es de las bendiciones de Moshé a Am Israel en su último día de vida en este mundo
Para ayudar a que las Berajot se cumplieran, Moshé primero alababa a Hashem y recién luego decía nuestros méritos. La Perashá comienza describiendo a Moshé como el hombre de Hashem que bendijo a Bené Israel antes de su muerte. Esto nos demuestra la humildad de Moshé: Hashem le dijo que en algún momento debería ser llamado Ish HaElokim (Hombre de Hashem), pero él siempre lo posponía, hasta que llegó el día de su fallecimiento.
Moshé también bendijo a cada Shevet en particular:            
ü Reubén: Que viva y que no muera. Ellos estaban especialmente en peligro al vivir fuera de Eretz Israel, pudiendo ser atacados por los demás pueblos. Asimismo, iban al frente de la guerra. Al parecer la frase “que vivan y no mueran” es redundante, pero viene a significar “que vivan en este mundo y en el venidero”
ü Shimón: No fue bendecido ya que hizo idolatría y pecó con midianitas, su jefe Zimrí, llevó a su carpa a la hija de Balak. De todos modos, en la Berajá de Iehudá está insinuado: “Escuchá (shemá-misma raíz que Shimón) la voz de Iehudá”.
ü Iehudá: Moshé sabía que los reyes saldrían de esta tribu, así que pidió que Hashem escuche las Tefilot de sus monarcas en momentos difíciles
ü Leví: En mérito a que no se unieron a los demás cuando pecaban (espías, becerro de oro, quejas por el Man…), que tengan riquezas (para que puedan estudiar y enseñar sin preocupaciones) y que sus enemigos sean destruidos.
ü Biniamín: Hashem ama especialmente a esta tribu ya que Biniamín (el hijo de Iaacov), fue el único que nació dentro de Eretz Israel, no se involucró en la venta de Iosef, ayudaba a su padre a caminar cuando ya era mayor y nunca pecó. Por ello, el Beit HaMikdash fue construido en sus tierras.
ü Iosef (Menashé y Efraim): Sus tierras serán las mejores, las más fértiles, con más agua… Iehoshúa, el sucesor de Moshé, era de Efraim y Guidón, un juez, de Menashé.
ü Zebulún e Isajar: Ellos hacían un trato: mientras que Zebulún trabajaba, Isajar estudiaba todo el día; después, compartían todo (riqueza de Zebulún y mérito de estudiar Torá de Isajar). Fueron bendecidos con abundancia en encontrar piedras preciosas y peces caros, entre otras cosas, así ambos shevatim podían estudiar.
ü Gad: Como vivirían fuera de Israel, fueron bendecidos con la fuerza para luchar (además, iban al frente de la guerra). Moshé sería enterrado en sus dominios, pero nadie sabe con exactitud dónde.
ü Dan: Serían fuertes, pero no tanto como Gad. El Iardén, río que riega la tierra, comienza en Dan.
ü Naftalí: Estarán muy felices en sus tierras, ya que habrán abundantes peces, por estar en territorio del río Kineret. También, tendrán ricos frutos.
ü Asher: Se multiplicarán mucho y su hijas serán hermosas tanto interna como externamente, meritorias de ser esposas de reyes y Cohanim guedolim. Tendrán muchísimo aceite de oliva, así lo pueden vender y en sus montañas encontrarán hierro y cobre. También, fueron bendecidos con fuerza durante toda su vida.
Siguió bendiciendo a todo el pueblo en conjunto, con que no deberán temer a los enemigos, sino que ellos tendrán miedo de nosotros.

A la mitad del día, Hashem ordenó a Moshé que suba a Har (monte) Nevó. De allí, Hashem le mostró que parcela le correspondería a cada Shevet y lo que sucedería a lo largo de la historia. Tres ángeles le prepararon una campa de oro con piedras preciosas, almohadas de seda y sábanas de lino, para que Moshé se acueste, y finalmente, Hashem lo besó y su alma salió de su cuerpo. Hashem mismo lo enterró, y nadie sabe ni sabrá dónde, para que nadie lo idolatrara. Su sucesor fue Iehoshúa bin Nun y lo obedecieron como a Moshé.

Simjat Torá

Simjat Torá

En este día se termina y empieza nuevamente a leer la Torá. El que sube a la Torá en la última aliá de la Torá se llama Jatán Torá y el que sube a la primera, Jatán Bereshit. Se sacan todos los Sifré Tora y se hacen 7 “Hakafot” (vueltas), alrededor de ellos, cantando y bailando. En Israel, se celebra el mismo día que Shminí Atzeret.

Sheminí Atzeret

Sheminí Atzeret
Es una fiesta aparte, por más que caiga el día siguiente a Sucot; por ello, decimos Sheejeianu y la tefilá no es igual a la de Sucot. Tampoco tenemos la obligación de vivir en la Sucá.
Este Jag representa la unión de Bené Israel: luego de siete días de alegría y unión, Hashem no se quiere desprender de nosotros y, especialmente, no quiere que nosotros nos desunamos y volvamos a nuestro comportamiento cotidiano. Así que Él decide agregar un día más de fiesta.
Desde Musaf de este Jag, se cambia en la amidá “Morid HaTal” por “Maasiv HaRuaj UMorid HaGueshem”; pero NO se cambia “Barejenu” por “Barej Alenu”/ “vetén berajá”. Esto se debe a que empieza la temporada de lluvias en Israel.

Los tres Jaguim que caen seguidos (Sucot, Shminí Atzeret y Simjat Torá) tienen en común la Mitzvá de estar alegres.