domingo, 9 de septiembre de 2012

Perasha de la semana (Nitzavim)


En la Perashá pasada, habían sido nombradas las 98 maldiciones a los pecadores. Los Iehudim tenían mucho miedo, así que Moshe los calmó, diciéndoles que los castigos serian sólo para expiar sus pecados, así podrían vivir eternamente en el Mundo Venidero, Olam Haba. Esto, es como que un día, nos levantamos cansados, pensando que sería un día muy largo. Al mediodía,  alguien te da un regalo. Ya no te sentís como a la mañana, parece un día distinto. Esto es igual a la vida, por más que suframos acá, en la Tierra, tendremos un “regalo”, el Olam Haba.
Ya era el 7 de Adar, día de la desaparición terrenal de Moshe, quien quería hacer un nuevo pacto con los Iehudim, para que no hagan lo mismo que en Har Sinai, que ya al mes, hicieron el becerro de oro. También le agregó que cada uno se debería preocupar por los pecados ajenos. Si vemos a alguien pecar, también es averá (pecado) nuestro. Todos aceptaron.
Pero, pesando que alguno podría pensar (“no decir”) que cree en otros ídolos, Moshe remarcó que Hashem conoce todos los pensamientos y también castiga por ellos, pero no a los que lo acompañan (y no saben lo que piensa).
Si pecamos, seremos exiliados (hasta el día de hoy). Pero la Tora predice que haremos Teshuva, llegara el Mashiaj y tendremos nuevamente Eretz Israel como nuestra, Amen. 

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