En esta perashá, hay más de 80 Mitzvot, pero sólo nombraré
algunas…
·
Destruir ídolos y objetos de
idolatría: En
Israel no debe haber ni un ídolo. En la diáspora es bueno destruir ídolos, pero
no hace falta hacerlo con los de los vecinos goim. Las ciudades con nombres de
ídolos, deben ser cambiados.
·
Sólo se pueden hacer Korbanot donde
Hashem diga: El lugar
generalmente es el Beit HaMikdash (o el Mishkán), pero hubieron épocas que se
permitía hacerlos donde uno necesitara. Son realizados por los Cohanim.
·
Esta prohibido comer sangre: Para los egipcios, era una forma de
idolatrar, cuando lo hacían, podían predecir el futuro.
·
Shejitá: Moshé enseña como matar un animal
para que sea Casher, de la manera de que no sufra ya que justo cuando lo toca
el cuchillo (bien filoso), el animal pierde la conciencia (se rompen ciertas
venas sólo presentes en animales Casher que van directamente al cerebro).
·
Profetas falsos: Está prohibido escucharlos, por más
que hagan milagros o pruebas increíbles, demostrando que lo que dicen es verdad.
Uno se da cuenta de que lo son si hablan por un Ídolo o si dicen que Hashem les
dijo que dejen de cumplir o modifique una Mitzvá para siempre.
·
“El Mesit”: Es quien hace que otros hagan
idolatría. Merece la pena de muerte.
·
Kasher: Se vuelven a explicar las leyes de cashrut,
ya dichas en Perashat Sheminí
·
Cancelación de deudas en el año de
Shemitá: Cada 7
años, hay que dejar la tierra de Israel descansar. Al séptimo, se lo llama
Shemitá. Todas las leyes de Shemitá son sólo para Israel, menos la de anulación
de deudas: todos los préstamos hechos en el año de Shemitá, pueden solamente
ser cobrados ese año.
·
Tzedaká: En el desierto no se podía dar
Tzedaká ya que todos eran ricos y justos, pero Moshé lo enseñó ya que sabía que
algunos de sus descendientes no los serían. La mejor manera de cumplir con esta
Mitzvá, es en secreto y/o dándole al otro la posibilidad de que no necesite más
de ella (por ejemplo, dándole trabajo o un préstamo).
·
Dar regalos al esclavo judío: Cuando se robaba algo y el ladrón no
lo podía reponer, el Beit Din se lo daba como esclavo al perjudicado por seis
años. Al terminar el plazo, el amo le tenía que dar una provisiones, pre
estipuladas por la Torá.