Yaakov pasó
sus últimos años en Egipto, hasta que sintió que la muerte estaba próxima a él
y le hizo jurar a Iosef que lo enterraría en Eretz Israel.
Llamó a los
hijos de Iosef, Menashé y Efraim, a ser bendecidos. Yaakov cruzó sus brazos,
colocando su manos derecha sobre la cabeza de Efraim (el menor) y la izquierda
sobre la de Menashé (el mayor). Los bendijo, diciéndoles que serán numerosos,
fuertes y protegidos (el Pasuk dice “VeIdgu”, traducido como “y se
multiplicarán” pero tiene la misma raíz que dag, pez, simbolizando que serán
tantos como los peces del mar y protegidos del Ain HaRá como ellos por el “agua”
(Torá)). Al ver las manos de su padre, Iosef dijo a Yaakov que Menashé era el
mayor, pero a pesar de eso, Yaakov no cambio de posición, sabía que de Efraim
nacería Iehoshúa, el líder después de Moshé Rabenu.
Después,
llamo a sus demás hijos a ser bendecidos:
Reubén: “Como
pecaste, no recibirás doble porción como cualquier primogénito, sino que la
recibirán los hijos de Iosef; tus descendientes no trabajaran en el Mishkán o
Beit HaMikdash, sino que los de Leví; tampoco serán reyes, sino que de Iehudá.
Si haces Teshuvá, Hashem te perdonará”. Luego de fallecer Rajel (la esposa
principal de Yaakov), Yaako mudó su cama a la tienda de Bilá (la sirvienta de
Rajel). A Reubén le pareció una falta de respeto hacia su mamá Lea (que su
padre prefiera a la sirvienta, pero no se dio cuenta de que lo hacía por Rajel)
y movió su cama a lo de su mamá. Ese fue su pecado.
Shimón y Leví:
“Se llevan muy bien, pero se deben controlar. Ustedes destruyeron Shejem
(salvando a Dina), querían matar a Iosef y amenazaron con destruir Egipto. Las
principales armas de un Iehudí son la Tefilá y el estudio de Torá. Por ello,
cuando lleguen a Israel, vivirán
separados: Shimón en medio de Iehudá y Leví en 48 lugares distintos”.
Iehudá: Es comparado
con un león: líder por naturaleza. De este Shevet provino el primer juez
(Otniel ben Kenaz) y los reyes (menos Shaul, los del reino de Israel tras la
división del reino, y los reyes Jashmonaim).
Sus campos serán bendecidos con vides, cereales y ovejas.
Zevulún: Cuando entren
a la Tierra, vivirán en la costa, así comerciaran con los demás países. Entre
Isajar y Zevulún había un pacto: Isajar estudiaba todo el día Torá y la
recompensa también era para su hermano, y Zebulún comercializaba compartiendo
sus riquezas con Isajar. Este pacto se sigue haciendo entre personas que
estudian Torá todo el día y los donantes. Hay muchas opiniones sobre cómo debe
repartirse el dinero y luego de 120 años cómo será repartida la recompensa por
el estudio.
Isajar: Estudiará
Tora todo el día y su tierra será buena.
Dan: Es comparado
a una serpiente, ya que atacará a sus enemigos por la retaguardia y astutamente.
Gad: Serán héroes
de guerra. Su territorio será peligroso, con muchos enemigos, pero los vencerán
y se quedaran con sus pertenencias.
Asher: en su tierra
crecerán muchos olivos, los cuales los harán ricos y su aceite será usado para
prender la Menorá. Además, el aceite de oliva aumenta la inteligencia, así que
las personas de ese shevet eran muy inteligentes.
Naftalí: Es comparado
con una gama (ciervo), porque son ágiles y los frutos de sus tierras crecerán
rápido, van a ser los primeros en decir Shehejeianu. Naftalí mismo era muy
rápido y solía hacer de mensajero.
Iosef: Tendrá dos
porciones de tierra (Menashé y Efraim), las cuales serán bendecidas con rocío y
agua. Tendrá mucha berajá.
Biniamín: Será muy
fuerte como el lobo y el Beit HaMikdash estará en su tierra.
Cuando Yaakov
falleció a los 147 años, todos sus hijos y los egipcios lloraron por él (ya que
por su bendición cesó la hambruna).
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