domingo, 7 de diciembre de 2014

Perashat Vaieshev

De los 12 hijos de Iaakov, Iosef, hijo de Rajel, era el más Tzadik; pero cometió errores: cada vez que veía a sus hermanos hacer algo no bueno, se lo decía a su padre para que se arrepientan en vez de él mismo ayudarlos; y quizás las “transgresiones” que cometían, tenían buenas intensiones, pero él no las buscó.
Los demás hijos, estaban muy celosos de él ya que su padre abiertamente lo consideraba su preferido, por ejemplo, regalándole sólo a él una hermosa túnica y ellos pensaban que se debía al Lashón hará de Iosef sobre ellos. Realmente este amor tan profundo se debía a que era el primogénito de Rajel, su amada y porque a pesar de su temprana edad, estudiaba mucha Torá junto a él.
Su odio aumentó cuando les contó Iosef dos de sus sueños:
1.    Todos estaban atando cereal, el de Iosef quedaba erguido mientras de los de los demás se le “inclinan”.
2.    Se inclinan delante de él el sol (Yaakov), la luna (Rajel) y once estrellas (hermanos).
Yaakov le pide a Iosef que vaya a observar a sus hermanos, quienes estaban pastando en la tierra que habían destruido Shimón y Leví (Shjem), cuyos habitantes podían tomar venganza. Al verlo llegar, decidieron que lo matarían, pero luego por el consejo de Reubén (quien pensaba luego rescatarlo), lo tiraron a un pozo. Finalmente, vieron a unos mercaderes y lo venden como esclavo.
En el mercado de esclavos, Potifar, ministro del faraón, lo compró. Ejercía maravillosamente su labor gracias a Hashem así que lo llegó a considerar su gran ayudante.
Como era tan bello, Zulaija, la esposa de Potifar, se enamoró de él. Lo quería conquistar, pero él no la rechazaba. El día de celebración por la crecida anual del Nilo, ella permaneció con Iosef en su hogar diciendo que no se sentía bien, sacó su espada, le sacó la remera para hacerlo pecar y él se escapó. Algunos explican que Iosef se había rendido y aceptado pecar con ella pero Hashem hizo que se le presentara una imagen de su padre, la cual lo hizo entrar en razón.
Potifar mandó a Iosef a la cárcel, por más que realmente sabía que era un Tzadik. Lo hizo solamente porque Zulaija ya había difamado el rumor del “malvado Iosef” y no podía decirle a todos que su esposa era una mentirosa.
En prisión, el supervisor confió tanto en él que lo designó para que cuide a los encarcelados y así fue por 10 años. Un día llegaron dos personas nuevas, las cuales ambas habían soñado cosas que les traían pesar y Iosef les interpretó sus sueños:
·       El mayordomo del Faraón (había servido una copa de vino con una mosca al rey): Exprimía tres ramas de vid sobre una copa y luego la entregaba. Iosef le dice que en tres días volvería a su puesto.

·       Panadero/repostero real (entregado un pan con una piedrita): Cargaba tres canastos con hogazas de pan, y aves las picotean. Iosef dice que morirá en tres días y será comido por pájaros.

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