La Tefilá
¿Qué es la Tefilá?
Es la manera por medio de la cual nos
conectamos con HaShem, agradeciéndoLe, bendiciéndoLo, alabándoLo, pidiéndoLe lo
que queremos, ser perdonados y juzgados para bien, arrepintiéndonos por las
averot (pecados) que hicimos, volviendo en Teshuvá y
Lo más importante de la Tefilá
א.
Arrepentimiento
ב.
Relacionarnos
con HaShem
ג.
No
enorgullecernos (ser humildes), ya que si pedimos a alguien, significa que no
somos tanto para poder hacer todo solos
ד.
Que
salga del corazón (no mecánicamente, como rutina)
¿Para qué rezamos?
¿Acaso HaShem no conoce nuestros
pensamientos, y más aun, no sabe lo que necesitamos? Lo voy a explicar con un
Mashal…
Había una vez un chico que se fue a
estudiar al exterior y los papás todos los meses le mandaban una cifra fija,
ellos sabían lo que necesitaba. Así pasaron varios años iguales, padres dan,
hijo recibe, pero sin ninguna conexión o conversación entre ellos. Los padres
al darse cuenta de que estaban distanciándose de su querido hijo, un mes no le
mandaron nada. Al darse cuenta de esto, el hijo inmediatamente llamó a su casa,
les contó de su vida, de cómo le estaba yendo en los estudios…
Así es igual nuestra relación con HaShem.
Él nos pide que Le recemos por nuestro propio beneficio, para poder seguir
conectados con Él, nuestra fuente de vida, nuestro Padre.
La Tefilá no es solamente leer un Sidur,
sino que es hablarLe a HaShem constantemente, pedirLe ayuda en todo lo que
necesitamos y agradecerLe por lo que nos da. Es muy importante pedir por el prójimo
ya que está escrito: “el que pide por el compañero y tiene el mismo
problema, le responden a él (el que pide) primero”.
La mañana de un Iehudí
A continuación, voy a escribir
algunas Halajot y explicaciones de cómo comportarnos al levantarnos (traducido de Shaaré Tefilá, perakim alef y
guimel)…
Modé
(para la mujer, Modá) aní
Cuando dormimos, depositamos nuestra
Neshamá (alma) a HaShem, la cual nos devuelve limpia y pura cada día. Por eso
tenemos que agradecerLe todos los días, diciendo “Modé/á aní lefaneja, Melej
Jai veKaiam, sheejezarta bi nishmatí vejemlá, rabá emunateja” (Agradezco yo
a ti, Rey viviente y eterno, que me devolvisTe mi alma dentro de mí con
misericordia, grande es Tu fidelidad)
Debemos decir cada una de sus doce
palabras lentamente. Lo podemos mostrar en esta historia verídica:
En una convención norteamericana, en
la cual comparecieron neurólogos de todo el mundo, uno de los principales tópicos
fue el fenómeno de personas que se desmayaban en el instante en que se
levantaban de la cama.
Una de las oradoras, fue la Profesora
Linda Mc Maron, de Inglaterra, quien hizo una prolongada presentación de su
estudio en este campo.
Explicó que después de muchos años de
estudio e investigación sobre el tema, llegó a la conclusión de que este tipo
de desmayos, es causado por la rápida transferencia entre la posición de
acostado, a la de quedar de pie.
La Profesora Mc Maron , dice que demora 12
segundos, para que la sangre fluya de los pies a la cabeza. Por lo tanto,
cuando una persona se levanta rápidamente, la sangre es transportada muy
rápidamente al cerebro, lo que resulta en un desmayo.
Sugirió que cada persona, aun a los
que no tengan tendencia a desmayarse, se sienten en la cama, al despertarse y
contasen lentamente hasta 12, para evitar estos malestares, languidez o
desmayo. Su discurso fue muy aplaudido.
Otro profesor, un judío religioso,
pidió permiso para hablar y dijo:
Los judíos, tenemos una antigua
tradición de millares de años, que es decir una oración de agradecimiento al
Creador del Mundo, por concedernos la oportunidad de un nuevo día de
realizaciones.
La oración es dicha inmediatamente
después de despertarse, mientras se está en la cama, acostado o sentado.
Hay doce palabras en esta oración y
si la persona la dice lentamente y con concentración, lleva exactamente doce
segundos para decir las doce palabras y a continuación lo recitó lentamente en
hebreo: “Modé aní…”
Cualquier persona que sepa un poco de
Hebreo, podrá notar que está mal expresado Modé aní (agradezco yo), debería ser
Aní modé (yo agradezco). En la Tefilá, nada es porque sí, incluyendo esto… Si empezáramos
por el “yo”, nos centraríamos en que lo más importante, lo primero somos
nosotros y no agradecer. Es para aumentar nuestra humildad.
Además, Modé viene de reconocer. No
solo agradecemos, sino que también aceptamos la existencia de HaShem y nuestro
deber de “kaiam”, que además de significar “eterno”, viene de cumplir, lekaiem;
lo que nos viene a indicar que tenemos que cumplir con Su voluntad cumpliendo
las Mitzvot de Su Torá.
Netilat
Iadaim de Shajarit
Debemos apurarnos en hacer Netilat
Iadaim inmediatamente luego de decir Modé Aní. Lo mejor es no caminar más de
cuatro pasos seguidos para hacerlo, por lo que es una buena costumbre
prepararse al lado de la cama una palangana con una jarra con agua tapada con
una toalla. Esto lo tienen que hacer hasta los chicos pequeños y no debemos
tocarnos antes ningún agujero como la boca, los ojos, la nariz o las orejas y
tampoco comida.
Motivos para hacer Netilat Iadaim
·
Los
Cohanim antes de empezar el servicio diario, se lavaban las manos; nosotros
igual, empezamos nuestro servicio a HaShem
·
Cuando
dormimos, tocamos cosas no puras, así que nos debemos purificar a través de la
Netilá
Método
Tomamos un recipiente que pueda
contener más de 86 ml con agua, la cual tiramos sobre las manos alternadamente
3 veces por mano, empezando por la derecha (zurdos por la izquierda, según kitzur
Shuljan Aruj). Algunos dicen que es mejor 4 o 5 veces por mano. El agua debe
cubrir toda la mano hasta la muñeca.
El agua derramada no se puede
reutilizar y hay que tirarla a un lugar que no camine la gente (como el
inodoro).
Situaciones especiales
·
Si
hay poco agua, se hace tres veces por mano, pero hasta los nudillos (al igual
que en Iom Kipur o Tishá veAb)
·
Si
no tiene nada de agua, debe limpiarse las manos con una tela o tierra y bendice
“al nekiut Iadaim”. Cuando consigue agua, hace normal
·
El
que duerme siesta de más de 30 minutos, hace Netilat Iadaim sin berajá
Bircot
HaShajar (bendiciones matutinas)
Antes de rezar, es bueno enjuagarnos
la boca y vestirnos apropiadamente. Las Brajot de la mañana refuerzan nuestra
emuná en que todo es hecho por HaShem
Luego de ir al baño, debemos decir
Asher Iatzar, que es en agradecimiento y alabanza a HaShem, ya que cierra o
abre nuestros “orificios” cuando es debido y hace que nuestro cuerpo B”H
funcione a la perfección. Es una buena manera de hacer que siga siendo o sea
así.
Las Tefilot diarias
En los días comunes, tenemos tres
rezos, los cuales cada uno fue estipulado por un patriarca:
·
Shajarit
(a la mañana) por Abraham
·
Minjá
(a la tarde) por Itzjak
·
Arbit
(a la noche) por Yaakov
Algunos días (Shabat, Iom Tov y Rosh
Jodesh) decimos otra plegaria más, Musaf (literalmente, agregado) y al final de
Iom Kipur también decimos Neilá (cierre, conclusión).
Antes de irnos a dormir, leemos
Keriat Shemá al hamitá (lectura del Shemá sobre la cama) en la cual perdonamos
a todas las personas que nos hicieron daño, para poder recibir el perdón
divino; pedimos acercarnos al camino de la Torá y las Mitzvot y alejarnos de
los pecados; leemos el Shemá con sus tres párrafos (Veaabta/y amarás, Veaiá/y
fue y VaIomer/y dijo); pedimos protección nocturna; entre otras cosas.
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